Thursday, August 21, 2008

Cuando la dignidad vale menos que un voto

“El trabajo dignifica al ser humano”, dice un dicho popular que tenía mucho valor para nuestros mayores, nuestros abuelos, padres, en fin y que hoy se ha transformado en una frase casi cliché, sin mayor sentido para una gran mayoría, no obstante, existimos aún algunos que creemos en la profunda declaración de principios de la misma; efectivamente cualquier actividad que desarrollemos no es lo más importante, si no como la realicemos, cuanto empuje, compromiso y corazón le ponemos, somos dignos, decía mi padre, y esa dignidad nos hace ser personas y poder mirar al otro de frente, sin bajar la vista, mirarnos al espejo sin avergonzarnos. Efectivamente siempre lo vi así, él, un mapuche campesino y de izquierda, y por esa causa (de izquierda) o por todas fue perseguido por la dictadura militar, luchador incansable por las reivindicaciones mapuche, esforzado hombre y padre de familia, quien realizó dos grandes inversiones en nosotros sus hijos, nos entregó educación, “para saber como piensan los winka”, nos decía y porque no, tal vez alcanzar algo de las bondades de las cuales ellos no pudieron gozar y por otro lado, nos entregó los valores, el conocimiento, el pensar, sentir y decir mapuche, “para que sean respetados, nos decía”. Así crecimos, sintiendo que el ir a estudiar era nuestra responsabilidad y que aquella responsabilidad nos hacía seres dignos, más aún, que cada vez que nos preguntaran sobre nuestros apellidos, o de nuestra cultura, religión, etc., podamos responder sin temor ni vergüenza, situación que nos llevó a casi todos mis hermanos y hermanas, en distintos momentos a asumir responsabilidades de liderazgos. Posteriormente en nuestros trabajos, fuere cual fuere la labor u oficio que nos tocara desarrollar la asumimos con la misma responsabilidad e ímpetu, siempre consiente de los consejos de nuestros mayores, “El trabajo dignifica, aunque creas que lo que tú haces es lo más importante, siempre hay otros que desarrollan labores menos reconocidas, pero sin ellas tu no podrías desarrollar tu labor”.La responsabilidad social, es un patrón de vida, que se asimila en la más tierna edad; por su parte, la dignidad es aquello que da sentido a nuestra existencia, no es algo que se adquiera, sino que lo traemos genéticamente y que se desarrolla conforme crecemos y nos enfrentamos a los vaivenes de la vida. Como la dignidad es un sentido de vida y no un bien, por cuanto no es adquirido sino viene incorporado en nuestro gen, su proceso de desarrollo puede ser invalidado por factores externos.CANDIDATOSPero, ¿a qué viene tanto cuasi análisis filosófico y ego-centrista? , muy simple, estamos enfrentados por estos meses a un proceso eleccionario, donde candidatos y candidatas hacen sus mejores esfuerzos para conquistar la simpatía de cada ciudadano habilitado antidemocráticamente para votar, se utilizan entonces ofertas, combos eleccionarios, promociones, etc. haciendo uso de aquellas situaciones que afectan a diario a la ciudadanía, en cada elección volvemos a escuchar las diversas ofertas que se repiten elección tras elección, al más puro estilo mercado persa, o más bien feria de las pulgas, pues no existen propuestas nuevas, (todas son ya usadas) más bien se aprecia una incapacidad de generar propuestas innovadoras que sean atrayentes, cautivadoras, atrevidas y necesarias para generar cambios estructurales en la sociedad, regresan los antiguos proyectos, las ofertas en la administración que son olvidadas el día después de la elección.Será que la capacidad creadora de los antiguos políticos, verdaderos germen de ideas ya ha desaparecido, han quedado obsoletas o será que hoy por hoy la política se ha divorciado del compromiso social, o lisa y llanamente la política hoy es un bien económico altamente rentable, donde el triunfo aumenta los bonos y permite escalar en la vida pública. Si, la política es economía, pero la economía vista como una herramienta social que permita generar cambios sociales y culturales, donde el fin último es el bienestar del ser humano. Al parecer todo esto ya no es razón fundamental para estar en política, mucho menos la preocupación por las personas, pues de lo contrario existirían políticas adecuadas tanto a largo como a corto plazo y no planificadas egoístamente y haciéndolas calzar con una elección. Digo esto pues no existe aun, (y por ello éste atrevimiento a modo de planteamiento a los candidatos) propuestas relacionadas con los problemas que afectan a la educación Chilena, pilar fundamental para tener una sociedad desarrollada; temas ligados al emprendimiento social y económico, la falta de empleos dignos, el desarrollo artístico cultural, juventud e infancia, participación, entre otros desafíos y necesidades importantes para los habitantes de las comunas.CESANTÍAPor hoy me referiré exclusivamente al flagelo de la cesantía y lo haré por una razón principal y que está relacionada con la primera parte de ésta presentación. Las sociedades requieren gozar de cierta seguridad que les permita planificar hacia el futuro, ésta seguridad nos lleva a contar con un elemento que los psicólogos llaman salud mental y para ello se requiere entre otras cosas contar con opciones laborales que dignifiquen a la persona y es aquí justamente donde quiero detenerme y analizar el programa de Empleo de emergencia (forma diseñada por la dictadura de Pinochet y reflotada por la Concertación). Es necesario comenzar diciendo que cuando un programa de emergencia se transforma en permanente, es que algo anda mal en la política económica, por otro lado si bien es necesario contar con programas de absorción de mano de obra, estos no deben por ningún motivo atentar contra la dignidad de las personas. Si bien estos programas son de cuenta del gobierno central, éstos tienen como adjudicatarios a personas y familias de las comunas del país y éstas personas son usuarias del sistema público administrado por los municipios. Ésta política pública aparentemente es benéfica, sin embargo al analizar la ejecución del mismo, me atrevo a señalar, sin ser un experto en el tema, que éste programa a mediano y largo plazo perjudica la salud mental de sus aparentes beneficiados, afectando la calidad de vida, de seguir ésta misma dinámica, existirá en poco tiempo un alza significativa de enfermedades psicosociales.PROPUESTAA cambio propongo una reestructuración de los programas de empleo, y lo hago como candidato a ciudadano que soy, ésta restructuración debe considerar al menos tres aspectos que son fundamentales y que ya he mencionado precedentemente:1.- La dignidad Humana2.- Seguridad Social3.- Desarrollo social y EmprendimientoPropongo que los programas de empleo sean más bien un incentivo al emprendimiento y desarrollo personal, de ésta manera también abarcará a jóvenes profesionales desempleados, profesores, Ingenieros, administradores, etc. jóvenes dispuestos a aportar al desarrollo del país, poniendo al servicio de la sociedad sus capacidades personales, profesionales y técnicas; su función sería capacitar a las personas desempleadas y que requieran contar con aportes estatales por paliar su cesantía. Actualmente, existe un gran número de personas del proempleo que no cuentan con educación formal o cuentan con educación básica o media inconclusa, para ello entonces, el Estado generará un aporte económico equivalente al aporte del proempleo pero a cambio la persona deberá convalidar sus estudios, aprender alguna técnica u oficio y que el aporte estatal sea según el grado de compromiso del beneficiario, el que será demostrado a través de evaluaciones permanente, es decir el aporte debe ser proporcional a sus logros. De ésta manera contribuiremos a que esforzados jóvenes profesionales que actualmente se encuentran desempleados en nuestras comunas adquieran experiencia laboral y de paso cuenten con un trabajo que en alguna medida reconozca el esfuerzo realizado y generaremos nuevas opciones laborales (dependientes y/o independiente) a los y las desempleados /as mediante una ampliación del abanico de posibilidades. Contribuimos además a elevar el nivel educacional de las personas contribuyendo sustancialmente a mejorar la tan manoseada autoestima de nuestros conciudadanos. De lo contrario seguirá nuestra dignidad valiendo menos que un voto.Cesar Ancalaf TragolafMapuche – Estudiante – Trabajador - Ciudadano.

1 comment:

fernando vasquez said...

ESTIMADO HERMANO CESAR, LOS VERDADEROS CIUDADANOS ESTAMOS PARA PROPONER NUEVOS DESAFIOS Y ESTADOS DE COSAS QUE AQUI EN ESTE PAIS NO ESTAN NADA DE BIEN. LA CIUDADANIA REAL DE CHILE SE RESTITUYE PROFANANDO LOS ANTIGUOS REDUCTOS DE UNA SOCIEDAD CIVIL CORRUPTA POR AÑOS DE VANO PODER SEUDO DEMOCRATICO IMPERANTE.
ATERRIZAR EN TU PROPUESTA CIUDADANA SIGNIFICA INVERTIR EN OTROS TIEMPOS JUNTO A LA GENTE COMUN,LA DE TODOS LOS DIAS EN UNA RELACION A ESCALA HUMANA.
¿QUIEN MIERDA DIJO QUE NO SE PUEDE CREA UN CONTRAPODER EN LA BASE SOCIAL?
¿QUIEN DIJO QUE TODO ESTA PERDIDO CUANDO LOS VERDADEROS CUIDADANOS SON LOS REALMENTE AUTORIZADOS PARA GENERAR NUEVAS HISTORIAS Y EMPATIAS?
EL VERDADERO PODER SIEMPRE HA ESTADO EN LAS ESFERAS OLVIDADAS DE LA TIERRA,Y AHORA PODEMOS SOÑARLA EN LA POBLACION JUNTA VECINAL,EN EL CLUB ANHELANTE DEPORTIVO,EN EL BASICO CENTRO CULTURAL ETC.
¿PARA QUE SIRVE SEGUIR SUBIENDO HACIA A LA ESTRUCTURA CUANDO SABES QUE TE VAS A PERDER EN LA CORRUPTELA DISFRAZADA DE SERVICIO PUBLICO?.
NADIE QUE YO SEPA HA VUELTA A SER LO QUE FUE DIGNAMENTE EN SU ORIGEN.
ENTONCES PARA QUE SIRVE NUESTRO VOTO? SERVILES SOMOS PUES SERVILES NOS EDUCARON PARA SERVIR A OTROS.

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