Cada ciudad tiene por necesidad contar con una identidad propia, un sello que la haga distinta y que sea la razón para que otros, ya sean turistas, comerciantes, empresarios, etc, acudan, éste sello propio debe ser asumido por todos sus habitantes, cada ciudadano debe estar empapado de éste sello y debe ser también un enganche para que otros se interesen en conocer la ciudad, en definitiva cada ciudad debe tener algo que la defina conceptualmente y que naturalmente la haga atractiva a los ojos del foráneo.
En los países desarrollados se trabaja un concepto conocido como marketing city, una imagen ciudad y una marca ciudad. Con ello solo basta con escuchar el nombre de la ciudad para relacionarla con algo, al son del nombre acuden a nuestra memoria nuestros juicios o prejuicios que nos hemos formado sin ni siquiera visitar aquella ciudad, nuestra percepción, así por ejemplo si oímos Paris, inmediatamente la relacionamos con el glamour, el romanticismo y la gastronomía; Nueva York como ciudad comercial, Valparaíso como la capital cultural de Chile, etc. Para definir una visión de ciudad naturalmente deben participar los distintos actores involucrados en el desarrollo de ésta, capitalizar los recursos sociales, naturales, culturales. Lo que hemos mencionado hasta éste momento amerita la generación de un plan estratégico, donde las cosas no se realicen al azar, debe existir una relación en cada acción pensada y diseñada con las ejecutadas. Sin duda Cañete, nuestro Cañete está muy lejos de generar éste concepto, si bien tenemos un slogan “Ciudad Histórica” y la pregunta es ¿qué hay más allá de aquel atractivo slogan? prácticamente nada, salvo proyecto aislados de muy buena calidad pero que no tienen una orientación.
Generar desarrollo con identidad en una ciudad no es autorizar a los artesanos para que vendan sus productos en la plaza, tampoco lo es traer a los artistas del momento, no es instalar basureros con motivos mapuches o con la imagen de Cristo, pues en ambos casos se cometen sacrilegios, sino tiene que ver con la capacidad de generar políticas públicas participativas, donde la creación sea colectiva, con la participación de los diferentes actores locales, donde exista un respeto a las distintas culturas, credos y sus simbologías; donde la democracia sea el valor central de toda acción. Donde la orientación esté pensada en la gente y construida por la gente.
Tuesday, May 19, 2009
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Cañete y sus basureros. ¿Podría ser eso identidad? |
Monday, May 18, 2009
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Curso de Chedungun |
El conocimiento del idioma mapuche forma parte de uno de los desafíos que el pueblo mapuche se ha planteado en pleno siglo XXI, desafíos que no necesariamente se traducen en acciones concretas, sino apenas el empeño personal de algunos.
Existe una preocupación de parte de los ancianos mapuche y los portadores del conocimiento, como también de algunas instituciones publicas y privadas, sin embargo, en estos tiempos existen personas que han dejado la preocupación para pasar a la acción, es el caso del Poeta Mapuche Cesar Ancalaf Tragolaf, quien realiza cursos de lengua y cultura mapuche a comunidades y asociaciones indígenas con una particularidad, varios de estos cursos son completamente gratuitos para sus alumnos y alumnas.
Tal es el caso del curso que el poeta dictó en la comuna de Tirúa con 16 asistentes y el que se encuentra en desarrollo en Cañete, con la Asociación Mapuche urbana Ruka Newen, sus alumnos, entre ellos profesores, comerciantes, dueñas de casa, obreros, etc., tienen un solo objetivo, reencontrarse con sus raíces.
Consultado César por estos cursos nos cuenta:
“Yo, tuve la suerte de aprender el mapuche dungun desde niños, en la comunidad, mis principales maestros fueron mis padres. Ellos cada noche, nos reunían en torno al Küxalwe (fogón) para trasmitirnos las historias, explicarnos la vida según el kimün mapuche, así fui avanzando, con el correr del tiempo, talvez por el interés que demostré, me insistían cada día en la necesidad de tener dominio del idioma, por otro lado sentía que nos obligaban a los dos menores, (a mi hermana y a mi) a aprender y participar de las ceremonias.
Eso nos llevó a tener un dominio medio del idioma y el interés de seguir averiguando respecto de nuestra cultura. Así llegué a estas tierras y con mucha preocupación vi y sigo viendo que aquí son muy pocas las personas hablantes y eso implica que si no hacemos algo, en unos años este idioma desaparecerá. Ello me llevó a iniciar un trabajo.”
Los cursos constan de dos parte, una que se relaciona con la forma en que los ancianos interpretaron e interpretan la vida, y la segunda parte tiene que ver con la gramática mapuche.
Lo primero es porque el idioma mapuche no se debe hacer como una traducción, para hablar la cultura hay que primero entenderla, detrás del idioma existe un pensamiento, un sentido y eso es lo que tratan de trasmitir, no no se trata de hacer una simple traducción, es necesario darle un sentido a las cosas, a la vida.
Ancalaf trabaja a tiempo completo para la consultora Peuma Ñi Mapu, con ello logra el sustento familiar y además le permite financiar en gran parte ésta actividad, en ocasiones ha tenido que viajar y ello implica traslados, materiales, etc. Detrás de estos cursos, sin duda hay un gran sacrificio personal y de la familia de César, ya que estos cursos los realiza después de su horario de trabajo.
César no siente lo que hace como un sacrificio, sino que lo siente como un deber, como un compromiso a sus padres quienes en algún momento le pidieron que este saber debía entregarlo.
Algunas opiniones de las personas asistente a los cursos que imparte César Ancalaf:
Nicanor Carrillo Aniñir,
“Hace muchos años busqué la forma y la oportunidad para aprender nuestro idioma y sus raíces, pero nunca encontré cómo; hasta que forme parte de nuestra organización donde nos reunimos acordamos y buscamos la forma de cómo lograrlo y fue ahí donde apareció el Profesor y escritor Cesar Ancalaf, el cual gratuitamente accedió a enseñar nos el idioma mapuche que nos identifica con nuestras raíces y así poder tener una comunicación en nuestra lengua mapuche, la que es compleja pero hay que esforzarse en logarlo”
Roberto Huenchuleo Huircaleo,
“Respecto del curso sobre la lengua mapuche, lo encuentro a parte de entretenido, novedoso, lo encuentro motivador talvez por la forma como lo enfrenta, con mucha pasión y entusiasmo, lo que hace que no se aburran los alumnos. Por otro lado, demuestra mucho conocimiento y dinamismo de la materia, lo encontramos en general expectante e interesante, el profesor es muy ameno en la entrega del conocimiento.”
Acá se comienza a escribir, es la parte que está a la vista
y acá sigue la parte oculta, hasta el final de la nota.