¿Culturalistas? o simplemente mapuche.

En el programa radial en debate, que se trasmite por radio Revelación FM de Cañete y es conducido por el comunicador social Fernando Vásquez Alarcón, quien realiza entrevistas a diversos actores del quehacer local, regional y/o nacional, esta vez fue el turno del sociólogo de origen mapuche Luis Llanquilef Rerequeo, en la entrevista se refirió a distintos temas, sobre los cuales no me voy a detener, sino más bien me concentrare en uno en particular, el entrevistador pregunto respecto a la declaración del ngüillatun como patrimonio de la humanidad, Luis cuestiona la forma utilizada en el proceso y no el objetivo final del mismo, al expresarle lo peligroso de sus palabras, el manifestó que desde su visión, que estas practicas hay que masificarlas, y que no debemos restringirla, frente a que el ngüillatun es algo sagrado, por lo tanto intimo, privado mapuche, menciona que el no lo ve así, y que cuando va a un ngüillatun, no lo ve tan intimo y menciona que, la visión de protección, de ver el ngüillatun como algo intimo y por lo tanto privado, es ser culturalista, frente a esto quiero comentar lo siguiente:
Desde la visión sociológica se entiende como cultura,la sumatoria de la totalidad de de estilos o formas de vida compartidas por los miembros de una sociedad, la cual incluye además de las ideas y los valores, formas productivas, tecnologías, leyes y costumbres; existiendo dos categorías, una la cultura material compuesta por los objetos físicos producidos y la otra categoría la no-material compuesta por los símbolos, creencias, conocimientos, valores y las normas que la sociedad comparte. Me voy a detener en la cultura no-material, la que tiene relación con las creencias, directamente vinculadas con lo religioso, en este ámbito se encuentra el ngüillatun, que para nosotros, quienes somos mapuche, es la máxima expresión de nuestra espiritualidad, quiero con esto derribar algunos mitos en torno a nuestra religiosidad como mapuche.
Kiñe: quienes hablan del ngüillatun lo hacen desde su propia visión de lo religioso, es decir desde una visión que se denomina etnocéntrica, realizando una descripción de las actividades que allí se desarrollan, no existiendo por lo tanto una comprensión del trasfondo de asunto.
Epu: en la línea de lo mencionado anteriormente, y dada la asimilación de la que han sido objeto muchos de nuestros hermanos, ven en el ngüillatun una ceremonia netamente social, donde se va a compartir los alimentos, el baile y la generación de relaciones de amistad.
Küla: para nosotros como mapuche, el ngüillatun es la forma de entender la espiritualidad, es la forma de Relacionarnos con lo divino, por lo tanto es un acto de reflexión intima del lof, y en tanto intima, es también privada.
Meli: cuando me refiero a que es intima, esa intimidad es de nuestra cultura y por lo tanto de quienes vivimos la cultura mapuche y sus expresiones.
Analicemos algunas expresiones que se escuchan a menudo:
Muchos mencionan que “cuando voy a un ngüillatun” y se explayan en sus propias interpretaciones de lo que se aprecia (descriptivo); sin embargo, otros mencionamos “cuando participo de un ngüillatun”, análisis semántico podrá decir usted, si, pero no menos importantes este análisis semántico, cuando se dice “voy a un ...........” lo digo desde mi posición de observador y cuando voy a una ceremonia religiosa mapuche como un observador, claro, voy a compartir alimento, bebidas alcohólicas en muchos casos, a reencontrarme con amigos, etc; sin embargo cuando alguien participa de un ngüillatun, es parte del mismo, por lo tanto lo vive, lo siente, porque está dentro de la ceremonia.
Cuando se cuestiona la forma y no el fondo del asunto se asume que el fondo está bien y por lo tanto, este se transforma en un medio de cambio, es decir, te permito que te apropies de mi intimidad pero a cambio me das algo que yo quiero.
En este caso en particular, mi religiosidad por una participación o más critico aún mi espiritualidad por dinero.
Nosotros los mapuche hablamos de los newen, los ngen, Püllü, etc. estos son “elementos” intangibles, que forman parte de la naturaleza en la que nosotros, los animales, las aves, etc. estamos incluidos. En ésta lógica, podríamos nosotros parte de esta naturaleza ¿adueñarnos de los ngen?, ngen: que en una traducción literal significa dueño de, ¿podremos inscribir como de nuestra propiedad las energías, los espíritus?; nuestra soberbia no puede ni debe llegar a esto.
¿Porque nos podrían llamar culturalistas? ¿Que se entiende por culturalista? ¿es posible lograr dividendos a favor desde la lucha netamente política, sin basar nuestras reivindicaciones en lo cultural? La historia muestra que no ¿por qué? Estas y otras preguntas las analizaremos en un próximo artículo, pero no quiero hacerlo solo, espero sus valiosos aportes al respecto.

Un mapuche al sur del viu-viu.